La pequeña villa de Antoñana es una joya medieval situada a unos treinta y tres kilómetros de la ciudad de Vitoria. Pertenece al municipio de Campezo que se halla al sureste de la provincia alavesa y que completan Bujanda, Orviso, Oteo y Santa Cruz.
Justamente, su estratégica ubicación hizo que fuera importante y muy disputada en la Edad Media entre navarros y castellanos. De hecho, Sancho el Sabio, monarca de los primeros, ordenó amurallarla a finales del siglo XII. Todavía quedan restos de estas murallas y otros muchos preciosos monumentos que vamos a mostrarte a continuación en este artículo sobre Antoñana.
Las murallas y el trazado urbano

Casco histórico de Antoñana
Precisamente, las murallas han ido integrándose como parte de las viviendas del pueblo. De forma independiente, tan solo se conserva la puerta del sur y un cubo al oeste. Pero su altura era variable, oscilando entre los cinco y los doce metros, y tenía, aproximadamente, un metro treinta de grosor.
Uno de los edificios que aprovecharon la muralla es el de la antigua cárcel, construida en el siglo XVII. Hoy se utiliza como sala de exposiciones y también alberga el Centro Apícola. Precisamente, junto a la muralla se encuentra el monumento a la abeja y también el parque recreativo, donde hay mesas y asadores. Como puedes ver, el mundo de la miel es muy importante en la villa.
Por otra parte, Antoñana solo cuenta con tres calles principales que se extienden de norte a sur y que se comunican a través de callejuelas de piedra, pasadizos cubiertos por madera y cantones. La Mayor, que atraviesa el pueblo, separa sus dos barrios: el de Arriba y el de Abajo. Asimismo, en ella puedes ver algunas de las principales casas señoriales de la localidad. Más adelante te hablaremos de ellas. Pero antes debemos señalarte que Antoñana está considerado Monumento Nacional de Euskadi y hablarte de sus monumentos religiosos.
La iglesia de San Vicente Mártir y otros tempos de Antoñana

Ermita de Nuestra Señora del Campo
La de San Vicente Mártir es la parroquial y fue construida en el siglo XVIII sobre los restos de otra anterior que era de tipo fortaleza. Presenta planta de cruz latina con ábside ochavado o formando chaflán y diez pilastras adornadas con guirnaldas. Asimismo, sus cuatro tramos están cubiertos por bóvedas. También posee un pórtico con cinco arcos de medio punto realizados en piedra de sillería que se integra, justamente, en la propia muralla. Igualmente, tiene otra portada al sur.
En general, este templo responde a los cánones del estilo neoclásico. En este se inscribe, igualmente, la torre campanario, esbelta y de planta cuadrada. Las campanas se alojan en cuatro huecos adornados con columnas toscanas, mientras que la cúpula es ovoidal y posee una linterna cilíndrica.
Pero, si bonito es el exterior del templo, más aún lo es su interior. Cuenta con un precioso retablo mayor de estilo rococó obra del escultor Manuel de Moraza. Como no podía ser de otra forma, lo preside una imagen de San Vicente Mártir, acompañado por San Pedro y San Pablo. También posee altares laterales entre los que destaca el de la Virgen del Rosario, cuya imagen está considerada una de las más bellas de toda la provincia de Álava. Finalmente, adornan la iglesia dos pinturas barrocas atribuidas a Cornelio Schut, integrante de la escuela sevillana y amigo de Velázquez.
El otro monumento religioso destacado de Antoñana es la ermita de Nuestra Señora del Campo. Fue reconstruida en 1951 sobre los restos de una primitiva del siglo XIII y estilo románico. De esta todavía quedan restos en su interior. Es el caso del ábside y del arco del presbiterio. Asimismo, guarda un retablo renacentista que, no obstante, incluye una imagen de la Virgen del Campo con el Niño fechada, igualmente, en el XIII. Esta permanece en la ermita desde mayo hasta septiembre cuando es bajada a la iglesia de San Vicente Mártir.
Arquitectura civil

Murallas de Antoñana con las casas integradas
Como te hemos dicho anteriormente, en las calles de la localidad hay varias casas señoriales que también debes ver. Entre ellas, destaca la torre de los Hurtado de Mendoza, condes de Orgaz, quienes ejercieron el señorío de la villa. Se trata de una construcción medieval fechada en el siglo XIII. También es muy espectacular la casa palacio de los Elorza, con su imponente torreón, que fue edificada en el XVI.
Por otro lado, también tienes que contemplar los varios puentes que atraviesan los ríos Berrón y Sabando. Entre ellos, el del Salzinal, construido en el siglo XVIII; el de Laya, del XIX, y el del Parador.
Los alrededores de Antoñana

Vista del Parque Natural de Izki
Si bonito es el casco urbano de Antoñana, no menos lo son sus alrededores. No en balde, esta zona se incluye dentro del Parque Natural de Izki. Se trata de un espacio de casi diez mil hectáreas enmarcado por los Montes de Vitoria, el río Berrón, una parte de la sierra de Cantabria y el condado de Treviño, perteneciente a la provincia de Burgos. Su máxima altura es el monte Kapildui, que alcanza, aproximadamente, los mil doscientos metros.
Por tanto, como puedes deducir, son muchas las rutas de senderismo que puedes hacer desde Antoñana. Destaca entre ellas la llamada senda del Agin o del Tejo, así llamada porque pasa al lado de varios árboles de esta especie que tienen una gran envergadura. Llega hasta la cima del monte Soila, aunque te ofrece distintas alternativas. Por ejemplo, puedes iniciarla en la localidad de Corres. En todo caso, tiene cierta dificultad porque, si bien no es muy extensa (unos tres kilómetros), transita por lugares escarpados y asciende varios cientos de metros.
La ruta anterior se cruza con la senda de Antoñana, en la que tienes un espectacular mirador desde el que contemplar el parque de Izki. Pero, además, puedes elegir otras muchas rutas entre las que pasan por el municipio de Campezo. Por ejemplo, la que va desde Orbiso hasta el espectacular barranco de Istora; la que transita desde la propia Antoñana hasta las pequeñas cataratas del Salto de Aguaqué pasando por el molino de Otea; la de Ioar, que crestea por la sierra, o la que aprovecha el sendero de largo recorrido GR-1 para ir desde la propia Antoñana hasta Campezo.
Asimismo, puedes alquilar bicicletas de montaña para hacer alguna de las rutas e incluso practicar la escalada en lugares como la peña del Convento de Piérola. Los vehículos se alquilan en el Centro de Interpretación del Ferrocarril Vasco-Navarro, del que te hablaremos más adelante.
Porque aún no hemos terminado de explicarte las actividades que puedes realizar en los alrededores de la villa alavesa. Si te gusta la ornitología, puedes contemplar en el parque de Izki varias especies como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino o el alimoche común. Pero también puedes observar a otros animales como el jabalí, el corzo o el gato montés. En fin, incluso tienes un centro hípico a las afueras de la villa. Se trata del Club Pottoka y te ofrece preciosos paseos a caballo.
Centro de Interpretación de Ferrocarril Vasco-Navarro

Centro de Interpretación del Ferrocarril Vasco-Navarro
Comparte sede con la oficina de turismo de Antoñana y lo encontrarás en la antigua estación. Pero la parte expositiva se halla en tres vagones de este ferrocarril. Se trataba de una línea de vía estrecha que se inauguró en 1889 y estuvo en funcionamiento hasta el año 1967. Unía las localidades de Vergara en Guipúzcoa y Estella en Navarra. Por tanto, tenía ciento cuarenta y tres kilómetros de longitud y transitaba por lugares tan bonitos como la Montaña Alavesa, la Llanada y el Alto Deva.
También se le conoció como «el trenico» y «el anglo» y puedes descubrir toda su historia y vicisitudes en la muestra que se ofrece en su Centro de Interpretación. Pero en este también te explican todo lo que debes saber acerca del pasado, los lugares de interés, las actividades deportivas e incluso la gastronomía de la Montaña Alavesa.
Además, el antiguo trazado del «trenico» se ha aprovechado en la zona para crear una senda verde que pasa por antiguos túneles como el de Atauri. Es muy larga, pues cuenta con sesenta y dos kilómetros de longitud e incluye lugares como la recta de Campezo a Arquijas, donde se realizaron las primeras pruebas del tren Talgo.
Fiestas de Antoñana

Uno de los pasadizos medievales del casco urbano de Antoñana
Para terminar nuestra visita a la localidad alavesa, te hablaremos de sus festividades. Las fiestas patronales se hacen en honor a San Mateo. Por tanto, se desarrollan en torno al 21 de septiembre. Más curiosa es la Quema de Judas, que tiene lugar el 31 de diciembre. En abril se celebra la subida al Agin y en junio una concentración de porches 911. Pero más importante es el Día de la Miel, pues ya te hemos hablado de la importancia y tradición que esta tiene en Antoñana. Por último, en julio hay una semana cultural y en primavera y otoño varias marchas a caballo.
En conclusión, te hemos mostrado qué ver y qué hacer en la preciosa localidad de Antoñana. Tan solo nos queda aconsejarte que, si viajas hasta la provincia alavesa, aproveches para conocer otros pueblos igual de bonitos como Laguardia, Labastida o Salvatierra. Todo ello, por supuesto, sin olvidarte de Vitoria, la preciosa capital. Anímate a visitar esta maravillosa zona de nordeste español.