“Petra está hambrienta, con dolor y exhausta; apenas puede moverse. Ha estado luchando contra demasiadas cosas durante demasiado tiempo”, escribió Save A Greek Stray cuando la vieron por primera vez y supieron que debían rescatarla.
El perro había estado viviendo en las calles de Oropos, una zona rural de Atenas, Grecia, durante muchos años. Pero los años habían pasado factura, y su cuerpo estaba lleno de infecciones y enfermedades.
La llamaron Petra, la palabra griega para “piedra”, porque su piel estaba escamada y dura debido a la sarna. Compartieron fotos de ella en las redes sociales, lo que llamó la atención de Valia Orfanidou, una experimentada rehabilitadora de perros.
Valia se sintió conmovida por el perro que ni siquiera había conocido y escribió: “Incluso gravemente demacrada y con su cara convertida en piedra por la sarna, la forma en que miraba directamente a la cámara la hacía verse hermosa. Como si estuviera mirando tu alma.”
Su afinidad por Petra llevó a Valia a ponerse en contacto con el refugio y organizar una visita.
“No era voluntaria en ese refugio en ese entonces, pero esperaba con ansias cada semana para ver actualizaciones sobre ella”, escribió Valia. “Finalmente la conocí unos meses después de que se recuperara por completo de todo lo que estaba mal con ella: sarna, leishmaniasis, ehrlichia… lo que sea.”
Valia ha rescatado perros considerados “casos sin esperanza” antes, pero rápidamente se dio cuenta de que Petra tenía un problema peor que todos sus problemas de salud: no confiaba en nadie.
“A pesar del amor y cuidado que había recibido durante meses, todavía estaba demasiado temerosa, reacia a salir de su jaula y gruñía a los otros perros”, explica Valia.
Valia comenzó a trabajar con ella. “La primera vez que la saqué a pasear, nos tomó una hora cubrir una distancia de solo unos pocos metros desde su jaula”, dijo. “Cada semana estaba más dispuesta a caminar, comenzó a tolerar el afecto y la compañía de otros perros.”
“Petra nunca retrocedió ni un paso, hasta llegar al punto en el que está hoy”, dijo Valia.
Con mucha paciencia y tiempo, Petra comenzó a abrir su corazón.
El perro que parecía de piedra y tenía el corazón endurecido se ha transformado en un “perro feliz, sociable, cariñoso y perfecto”, dice Valia. Solo falta una cosa, y es un hogar para siempre. Petra está disponible en Grecia a través de Save A Greek Stray.
