Lamentablemente, algunas personas no saben cómo cuidar a sus mascotas y no son conscientes de que esos seres también experimentan emociones. El pequeño Koki no fue la excepción en este sentido.
El valiente perro fue abandonado por sus dueños y dejado a su suerte en las calles, en el frío intenso. Afortunadamente, encontró a la persona adecuada. Stoyan, mientras iba de camino a una tienda de comestibles, accidentalmente vio al perro amarillo cojeando bajo la fuerte lluvia, con una pata herida. Parecía sin esperanza, y la madre de buen corazón simplemente no pudo soportar verlo así. El pobre animal fue envuelto en una manta por Stoyan y su esposa Dessy para mantenerlo abrigado y protegido del frío helado. Decidieron llevar al cachorro con ellos y lo llamaron Koki.
“La temperatura eга helada, queríamos ayudar”, compartió Stoyan en su canal de YouTube, PawMeow. No eга la primera vez que rescataban animales callejeros. La pareja ya había salvado a cuatro gatos en Bulgaria y seguían trabajando arduamente para ayudar a más.
La pareja solo rescata gatos, sin embargo, sabían que no podían abandonar al pequeño cachorro. eга obvio que, sin su ayuda, Koki tenía pocas posibilidades de sobrevivir al frío.
Parecía que el pobre Koki había tenido un mal pasado y no confiaba en los humanos. Rechazaba cualquier ayuda que Dessy y Stoyan intentaran darle y no quería que tocaran su pata herida.
Pero todo cambió cuando la pareja le dio una salchicha a Koki, a la que no pudo resistirse.
“Creo que en ese momento se dio cuenta de que no le íbamos a hacer daño”, continuó Stoyan. “Sus ojos se llenaron de esperanza.”
Finalmente, la tortura de Koki terminó y encontró un hogar para siempre. Mientras Dessy y Stoyan cuidaban de Koki, al mismo tiempo buscaban una casa adecuada para el pequeño perro.
“Publicamos sobre el perro en las redes sociales de nuestro país y nos sorprendió el gran interés que generó”, compartió la pareja emocionada. “Hubo más de 30 solicitudes de adopción. Elegimos cuidadosamente y el perro irá a una mujer rusa que vive a 200 km en una casa con otro perro de raza pequeña.”
Gracias a esas personas de buen corazón, Koki finalmente puede disfrutar de su vida nuevamente.
